Reseña de Sentimientos de Cuero y Acero #10
16:40
Pablo Bueno, escritor y organizador del Festival Niebla de Salamanca, Realiza una valoración minuciosa y muy personal del primer libro de Anheron en Goodreads.
Siempre he pensado que la Dragonlance es un poco como la Navidad: sí, somos muchos los que no creemos en ella, que no vemos los aspectos trascendentales de la misma, pero ahí está, llena de peso y repercusión para todos. Da igual lo que doliera su relectura, ya con unos añitos más: para un gran número de lectores de fantasía, esos (muchíiiiiiiiiiisimos) libros supusieron un influjo incuestionable; mayor o menor en la actualidad, pero indudable. Anheron está, sin ninguna duda, llena de ese influjo.
Tuve la oportunidad de conocer a Jorge Díez, su autor, en el I Festival Niebla de Salamanca, donde habló de la curiosa forma que había adoptado la creación de su historia: a Jorge le gustaron ciertos personajes de aquí y de allá. “Son los que yo quería ver en una historia” creo que fueron sus palabras y, en cierto modo, escribió esta saga para ellos.
La historia tiene un planteamiento bastante clásico dentro de la épica: un joven regresa a casa para descubrir que su pueblo ha sido arrasado. A partir de ahí, hay reencuentros con viejos conocidos, nuevas amistades y compañeros de un viaje en el que se va descubriendo el peligro que se cierne sobre el continente de Klum.
Es, precisamente, de la parte de la oscuridad de la que sí me habría gustado leer mucho más en este libro: saber cuáles son sus secretos, sus motivaciones o de dónde viene su poder.
También me ha llamado la atención el gran número de razas que pueblan la saga de Anheron (sobre todo sabiendo que todavía faltan algunas por aparecer). A los habituales elfos, enanos, goblins y orcos, se unen también grifos y centauros, por citar solo dos. Eso por no hablar del interesante trasfondo que aportan las distintas etnias de los personajes.
Y aquí viene otro de los puntos fuertes de la saga pues, sin ninguna duda, el mundo de Anheron está notablemente construido, tanto por la geografía que se dibuja, como por la descripción que se realiza de las distintas localizaciones.
En este sentido, el autor aborda la novela con un tono muy elevado que, aunque a menudo consigue diálogos y descripciones muy hermosas, en otras juega un poco en su contra, haciendo la lectura algo menos ágil de lo que pudiera haber sido.
La conclusión es que estamos ante el primer volumen de una historia muy interesante de dimensiones que se intuyen, como no podía ser de otro modo, épicas.
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